Enseñar comandos básicos a tu perro no solo mejora su comportamiento, sino que también fortalece el vínculo entre ambos, estimula su mente y garantiza su seguridad en diversas situaciones. Ya sea que vivas en una casa con jardín o en un apartamento, tener un perro que responda a órdenes como “sentado”, “quieto” o “ven aquí” puede facilitar la convivencia y prevenir accidentes.
En este artículo encontrarás una guía práctica y efectiva para enseñar comandos básicos a perros de todas las razas. Desde los principios del adiestramiento positivo hasta los errores más comunes que debes evitar, aquí tienes todo lo que necesitas para comenzar hoy mismo, sin importar la edad o tamaño de tu perro.
¿Por qué enseñar comandos básicos?
Los comandos básicos son esenciales por varias razones:
- Seguridad: un perro que responde a “quieto” o “ven aquí” es menos propenso a salir corriendo hacia la calle.
- Comunicación: facilitan la interacción y el entendimiento entre humano y perro.
- Estimulación mental: el aprendizaje mantiene al perro activo y reduce comportamientos destructivos por aburrimiento.
- Control y convivencia: mejora su comportamiento dentro y fuera del hogar.
Además, entrenar no debe ser una actividad aburrida o rígida. Con el enfoque correcto, se convierte en una experiencia divertida y enriquecedora tanto para el perro como para el tutor.
Principios básicos del adiestramiento canino
Antes de comenzar a enseñar comandos, es importante tener claros algunos principios que harán más efectivo el proceso:
1. Usa el refuerzo positivo
El refuerzo positivo consiste en premiar al perro cuando realiza una acción deseada. Puede ser con comida, caricias, juegos o palabras de elogio (“¡muy bien!”, “¡buen chico!”). Esto motiva al perro a repetir esa conducta.
2. Sé coherente
Usa las mismas palabras para los mismos comandos. No digas “ven” un día y “aquí” al otro. La coherencia facilita el aprendizaje.
3. Entrena en lugares tranquilos
Comienza en un lugar con pocos estímulos para que el perro pueda concentrarse. A medida que aprenda, aumenta el nivel de distracción (parques, visitas, etc.).
4. Sé breve y paciente
Las sesiones deben ser cortas (5 a 15 minutos) y positivas. No esperes resultados inmediatos; cada perro aprende a su ritmo.
5. Nunca castigues
El castigo físico o el grito solo generan miedo, inseguridad y pueden dañar el vínculo con tu perro. El aprendizaje debe basarse en la confianza.
Comandos básicos y cómo enseñarlos
1. Sentado
Objetivo: que el perro se siente cuando lo indicas.
Cómo enseñarlo:
- Muestra una golosina.
- Acércala a su nariz y súbela lentamente hacia atrás (sobre su cabeza).
- Cuando el perro incline la cabeza y se siente de forma natural, di “¡sentado!” y prémialo.
- Repite varias veces al día.
Consejo: no empujes su trasero. Debe sentarse por sí solo.
2. Quieto
Objetivo: que permanezca en una posición (sentado o echado) hasta que le des otra orden.
Cómo enseñarlo:
- Con el perro sentado, abre la palma de tu mano frente a él y di “¡quieto!”.
- Da un paso atrás. Si no se mueve, vuelve y prémialo.
- Aumenta la distancia progresivamente.
Consejo: si se levanta, vuelve a colocarlo en posición y repite el comando.
3. Ven aquí
Objetivo: que venga hacia ti cuando lo llamas.
Cómo enseñarlo:
- Usa una correa larga en un espacio seguro.
- Aléjate y di su nombre seguido de “¡ven aquí!” con voz alegre.
- Cuando se acerque, prémialo con entusiasmo.
- Practica varias veces al día.
Consejo: nunca lo llames para regañarlo. Solo debes llamarlo para cosas positivas.
4. Abajo / Echado
Objetivo: que se acueste completamente.
Cómo enseñarlo:
- Con el perro sentado, lleva una golosina del hocico hacia el suelo y ligeramente hacia adelante.
- Cuando baje el cuerpo, di “¡abajo!” o “¡echado!” y prémialo.
- Repite hasta que lo haga sin ayuda de la mano.
Consejo: este comando requiere paciencia. Algunos perros tardan más en aprenderlo.
5. No
Objetivo: que detenga una conducta no deseada.
Cómo enseñarlo:
- Usa un tono firme, pero no agresivo.
- Si toma algo que no debe, di “¡no!” y ofrece una alternativa (juguete, comida).
- Premia cuando elija la opción correcta.
Consejo: no uses “no” para todo. Debe asociarse solo a comportamientos verdaderamente no permitidos.
6. Suelta
Objetivo: que libere un objeto de su boca.
Cómo enseñarlo:
- Ofrécele un juguete.
- Mientras lo muerde, muestra una golosina y di “¡suelta!”.
- Cuando deje el objeto, prémialo.
- Practica diariamente.
Consejo: este comando es útil para evitar que se lleve cosas peligrosas a la boca.
Consejos prácticos para todas las razas
- Razas activas (border collie, pastor alemán): necesitan variedad de comandos y retos mentales.
- Razas independientes (shiba inu, akita): requerirán más paciencia y motivadores más atractivos.
- Razas pequeñas (chihuahua, yorkshire): el entrenamiento debe adaptarse a su tamaño, sin intimidarlos.
- Razas guardianas (rottweiler, doberman): requieren firmeza, pero siempre desde el respeto.
Recuerda: la raza influye, pero cada perro es un individuo. Su temperamento, experiencias previas y entorno también cuentan.
Errores comunes que debes evitar
- Entrenar con hambre o muy lleno.
- Gritar o castigar cuando se equivoca.
- Dar comandos contradictorios.
- No practicar con regularidad.
- No premiar en el momento exacto.
- Pedir un comando muchas veces sin resultado (solo lo confunde).
Cómo saber si tu perro está aprendiendo
- Responde al comando sin ayuda visual.
- Lo realiza en distintos ambientes.
- Obedece incluso sin premio.
- Se muestra relajado y atento al entrenar.
Si tu perro no avanza, no te frustres. Puede necesitar más tiempo o motivadores distintos. También puedes buscar ayuda de un adiestrador positivo.
¿Desde qué edad se puede empezar?
Desde las 8 semanas de edad los cachorros ya pueden comenzar con comandos simples. Sin embargo, nunca es tarde para aprender. Los perros adultos o incluso seniors también pueden beneficiarse del entrenamiento.
Entrenamiento y bienestar emocional
El adiestramiento no solo mejora el comportamiento. También reduce:
- Ansiedad
- Miedos
- Frustración
- Agresividad
Un perro que sabe qué se espera de él, vive más tranquilo y confiado. Además, cada sesión de entrenamiento refuerza el vínculo contigo.
Conclusión: enseñar es amar
Enseñar comandos básicos es una muestra de amor y responsabilidad. No se trata de “dominar” al perro, sino de convivir en armonía, cuidando su bienestar físico y emocional.
Con tiempo, paciencia y afecto, cualquier perro puede aprender. No importa su raza, edad o pasado. Lo que importa es tu compromiso y constancia. Empieza hoy: tu perro y tú merecen una vida juntos basada en respeto, comunicación y confianza.